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Opinión

American curios | De película

Por: David Brooks

En el país más rico del planeta estalla de nuevo otro grito contra la desigualdad, la avaricia y la explotación de las mayorías que, antes de que surgiera ese término tan tramposo de “sociedad civil”, se conocían como los trabajadores, y esta vez ese campo de lucha incluye ese paraíso de las ilusiones llamado Hollywood.

Por ahora lo que ha captado la atención mundial es la primera huelga doble en 63 años en el mundo de los espectáculos de pantalla, con los más de 160 mil miembros del sindicato de actores de películas y televisión declarándose en huelga el jueves y con ello, sumándose al gremio de unos 11 mil 500 guionistas que ya llevan más de dos meses en el piquete, frenando una industria de cine y televisión de 134 mil millones de dólares. Ambos tienen los mismos patrones, la asociación de productores y dueños de los grandes estudios que ahora incluyen a los gigantes del streaming como Netflix, Amazon y Apple. Las demandas son una combinación de las tradicionales –salarios y otras remuneraciones– mezcladas con nuevas que tienen que ver con regalías por streaming como el grave peligro de la Inteligencia Artificial en sustituir el trabajo de los actores y guionistas. Pero en esencia, la disputa es la de siempre: condiciones y derechos laborales y quien controla el trabajo y sus frutos.

En los mítines y piquetes en Los Ángeles y Nueva York, actores famosos se suman a cientos de actores y guionistas menos conocidos y desconocidos, los que ganan a veces sólo lo suficiente como para continuar con su amor y pasión por su arte. Con escenas de estrellas famosas expresando su apoyo para sus gremios en las protestas frente a los estudios o las oficinas de las grandes empresas del entretenimiento, de repente el mundo del cine y televisión se sale de la pantalla a las calles.

Y en las calles, se encuentran de repente con algunos de los 340 mil transportistas de la megaempresa de paquetería UPS, cuyo sindicato de los Teamsters podría detonar lo que sería una de las huelgas más grandes de tiempos recientes si no llegan a un nuevo contrato colectivo con la empresa antes del primero de agosto.

Al mismo tiempo, continúan las disputas entre Starbucks y decenas de sus casi 200 tiendas recién sindicalizadas e igual con Amazon ante los intentos de sindicalización de sus almacenes, con ambas empresas que promueven una imagen pública de “buena onda” despidiendo a líderes que se atrevieron a sindicalizar a sus compañeros y rehusando negociar un contrato colectivo.

En Los Ángeles, varios miles de trabajadores de hoteles estallaron la huelga el lunes pasado. En los meses anteriores, enfermeras y maestros realizaron huelgas en diferentes entidades. A la vez, el sindicato automotriz UAW estará iniciando negociaciones para un nuevo contrato colectivo con las tres grandes fabricantes de autos estadunidenses.

Fran Drescher, presidenta del gremio de actores, declaró: “lo que nos está sucediendo a nosotros está ocurriendo en todos los rubros del trabajo. Cuando los patrones hacen que la avaricia de Wall Street sea la prioridad y se olvidan de los esenciales contribuidores que hacen que la máquina funcione, tenemos un problema”.

Lo que algunos ya están llamando “el verano caliente de los trabajadores” sigue revelando la profunda raíz al centro de la política y economía de Estados Unidos; la creciente desigualdad económica. Hay una relación directa y explícita comprobada entre la reducción de la tasa de sindicalización (hoy día, sólo poco más de 6 por ciento del sector privado desde un pico de más de 35 por ciento hace medio siglo) y la concentración cada vez más extrema de la riqueza (5 por ciento más rico controla dos tercios de la riqueza nacional; los tres multimillonarios más ricos tienen más riqueza que 50 por ciento de la población de menor ingreso, (https://inequality.org/facts/wealth-inequality/).

En estas luchas desde Hollywood y los camiones de UPS, hasta los campos de alimento y a las aulas se puede ver la película (¿o es serie?) del futuro político y económico de este país.

Woody Guthrie (nació el 14 de julio de 1912). You gotta go down and join the union.

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