Opinión

Dinero |

Por: Enrique Galván Ochoa

Van tan adelantadas las campañas políticas, que el nombre del casi seguro próximo presidente (a) de la República se podría conocer en sólo 53 días a partir de hoy, para decirlo con mayor precisión, el próximo 6 septiembre, aunque tomaría posesión hasta el 1 de octubre de 2024. Me estoy refiriendo a la línea de tiempo trazada por Morena, considerando también que los partidos de oposición siguen muy atrás, aunque recientemente el Frente Amplio abrió su propio proceso de selección y anunció que tendrá candidato (a) el 3 de septiembre. Por su lado, MC dice hará su selección posteriormente. Actualmente, los morenistas recorren la república dando a conocer su pensamiento a los futuros electores y terminarán el 27 de agosto. Luego se abrirá una etapa crítica: las encuestas. Del 28 de agosto al 3 de septiembre cuatro empresas pulsarán la opinión ciudadana sobre sus preferencias y el día 6, el partido en el gobierno dará a conocer los resultados; es decir, al elegido (a). Paralelamente, una comisión elabora ya lo que será el plan de gobierno.¿Es inexorable que las cosas ocurrirán así? No. Se alzan como posibles escollos el Tribunal Electoral del Poder Judicial y un no descartado desacuerdo de parte de alguno de los precandidatos.

De sol y sombra

Si el “demócrata” millonario Lorenzo Córdova siguiera al frente del Instituto Nacional Electoral, de seguro hubiera ido a Washington a pedir que los marines detengan las actividades de los aspirantes de Morena. Sólo que ingresaron al instituto personas responsables y serias: a la presidencia Guadalupe Taddei, y a la comisión de quejas y denuncias Rita Bell López y Jorge Montaño, aunque ahí sigue Claudia Zavala, una herencia de Lorenzo. Se emitió un acuerdo en cumplimiento a un fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que atañe a todos los aspirantes, aunque de momento sólo a los morenistas: 1. Los recorridos o “asambleas informativas” deberán llevarse a cabo preferentemente en lugares pertenecientes al propio partido político, como sus oficinas estatales o municipales; es decir, tarea de sombra no de sol, y 2. Deberán ser dirigidos a militantes y simpatizantes del partido Morena. La dirigencia del instituto político se inconformó y ya veremos lo que sigue en esta controversia.

Es contratista

Para alivio de las fuerzas ultraderechistas, Xóchitl Gálvez resultó contratista, no trotskista. Y con un largo historial. Cuando competía por la jefatura de la delegación Miguel Hidalgo, en 2015, su oponente, la candidata de Movimiento Ciudadano, Vanessa Villarreal Montelongo, presentó una denuncia de hechos en la Procuraduría General de Justicia capitalina por peculado y enriquecimiento ilícito, entre otros delitos. Solicitó que se investigaran 29 contratos que la hoy precandidata Doble X obtuvo en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. Era el sexenio de Peña Nieto y, como otros actos de presunta corrupción, no prosperó la denuncia. En sus prisas por posicionarla, Claudio X. González olvidó que hay otros tres aspirantes: Beatriz Paredes, Santiago Creel y Enrique de la Madrid. No se han bajado de la contienda. Apenas está corriendo la etapa de la recolección de 150 mil firmas y parece que ya fueron borrados del mapa. Creel sigue pensando que puede ser el elegido, anduvo en campaña el fin de semana en Mexicali. No lo vayan a hacer llorar otra vez.

Ciclo bajista

El superpeso sigue batiendo récords, el fin de semana tuvo una paridad de menos de 17 unidades por dólar. También se ha devaluado frente a otras divisas, y la pregunta en los circuitos financieros es: ¿Cuánto tiempo más durará el ciclo?

Twitterati

¿Adivinen de qué dependencia pública sacaba @XochitlGalvez más dinero? Exacto, del INAI. Ahora se entiende por qué hasta se encadenó a una silla para que nombraran comisionados a modo, le urgían más contratos.Tal parece que el producto X salió corrupto y defectuoso.

Viridiana Lorelei@VLorelei

Twitter: @galvanochoa

FaceBook: galvanochoa

Related Posts